No pongas el bozal directamente al perro si no está familiarizado con él, ya que eso conlleva una gran posibilidad de fracaso. El animal se sentirá molesto y confundido, mejor vayamos paso a paso.

Utiliza el refuerzo positivo, así tu regalón peludo asociará el bozal con una experiencia agradable.

Combina golosinas, premios y palabras afectuosas. Deberás tener  premios para perros. Puedes utilizar snacks  para mascotas.

Empezarás  mostrándole el bozal para braquicefalos (sin ponérselo) y lo premiarás cada vez que se acerque a él.

Lo mejor es que empieces con las manos en la espalda y saques el bozal y luego le premies, después volverás a esconder la mano. Realiza sesiones cortas de 2 o 3 minutos un par de días.

Una vez nuestro perro asocie ver el bozal con golosinas, darás  un paso más.
Dejarás  un snack en el fondo del bozal  braquicefalos y permitiremos que nuestro perro meta el hocico dentro para tomarlo, siempre sin forzarle.

Seguiremos el mismo proceso que hemos realizado en el paso anterior: lo mantendremos en la espalda, lo enseñaremos, meteremos el snack dejaremos que lo tome y después lo esconderemos en la espalda para volver a repetir el ejercicio. Realizaremos sesiones cortas de 2 a 3 minutos durante dos o tres días.

Cuando observemos que nuestro perro asocia el bozal adecuadamente y mete el hocico dentro sin miedo, podemos hacer ver que lo atamos mientras coge el premio.

Puedes repetir este ejercicio varias veces al día pero es importante que con el paso de los días vayas espaciando el tiempo de recompensa y los minutos que lleva puesto el bozal.

Una vez el perro tenga bien asociado el bozal, será imprescindible que se lo pongas en diferentes situaciones.
Te recomendamos hacer los mismos ejercicios (empezando desde el principio) en otros lugares, como puede ser la calle, el  parque, el hogar de otra persona… ¡Todo vale! Lo importante es que la experiencia sea siempre positiva y que se lleve a cabo de forma gradual.
Recomendaciones para usas el bozal braquicefalo
  1. No le pongas nunca el bozal a la fuerza, el objetivo es que el perro quiera ponerse el bozal.
  2. Evita utilizar bozal únicamente en situaciones concretas, por ejemplo ir al veterinario. Es recomendable que cada dos o tres días lo utilices para que no lo asocie únicamente con momentos negativos.
  3. El bozal no es una herramienta de castigo, no debes utilizarlo para regañarle y nunca debes ponerle el bozal cuando se queda solo para evitar que destruya los muebles.
  4. Evita ponerle bozal demasiado tiempo, como máximo debería llevarlo entre 30 y 60 minutos. Cada cierto tiempo es importante retirarlo y dejarle descansar.
  5. Si tu perro trata de quitarse el bozal durante este proceso es que estás yendo demasiado rápido, vuelve al punto anterior y practica de forma diaria.